Vivir en comunidad para el desarrollo familiar y social

Vivir en comunidad para el desarrollo familiar y social

Convivir con diferentes personas permite crecer y desarrollar la madurez necesaria que todos aspiramos a encontrar en algún momento. Te contamos más acerca de la vida en comunidad y cómo te puede afectar positivamente.

Cuando se habla de vivir en comunidad se entiende que un conjunto de personas vive en una misma estructura, bajo ciertas reglas de comportamiento social.

Esta definición toma una forma más tangible en los residenciales donde diferentes parejas o familias conviven entre sí.

Encontrarse en los elevadores, lobby o en alguna amenidad del área social se vuelve común y la convivencia inevitable, sin embargo lejos de ser un problema, es un factor que ayuda al desarrollo social en proporciones elevadas.

Es una oportunidad real de potenciar tu networking y crear aliados que estén alineados a tu manera de pensar. Si tienes niños, es una ocasión para que desarrollen habilidades sociales en un ambiente seguro.

En esta ocasión te queremos contar cómo vivir en comunidad te puede favorecer.

 

Expande tu círculo social

Sin duda conocerás personas nuevas que tendrán gustos y experiencias diferentes. Esto es refrescante para tu vida y te permite tener perspectivas distintas a lo que ya das por sentado.

A su vez, puedes interesarte en otras actividades que quizá antes no conocías. Es decir, convivir con personas nuevas te ayuda a crecer más.

 

Seguridad

Los residenciales por lo general cuentan con diferentes medios de seguridad que permiten a las personas que habitan allí sentirse más cómodas.

Esto es esencial para el desarrollo familiar, sobre todo de los más pequeños: podrán jugar en un ambiente propicio y sano donde pasarán tiempo con otros niños a pasos de casa. Esto incrementa su sociabilidad y les ayuda a crecer mejor.

 

Cuidado y limpieza

Habitar en un residencial también trae consigo reglas que todos, sin importar la edad, deben cumplir: el cuidado de las áreas comunes por ejemplo, es responsabilidad de cada residente.

El bienestar común se transforma en parte del estilo de vida y esto influye en cómo todos se desenvuelven tanto en casa como fuera de ella.

 

Vivir en comunidad además de ser una necesidad intrínseca de nuestra naturaleza, es favorable para cualquier persona. Te permite reconocer que formas parte de un todo y que influyes directamente en la armonía de un lugar específico.

También propicia el entender cómo manejar distintas situaciones de índole social de manera efectiva en un ambiente cómodo y seguro, te da las herramientas necesarias para integrarte correctamente en cualquier lugar y lo más importante: te ayuda a crecer a manera personal.