Una forma de arte que no sólo revitaliza las ciudades, sino que también transmite un mensaje social sobre lo que ocurre en el mundo en el siglo XXI.

Hace unos años el grafiti era visto como una forma de vandalismo callejero en espacios públicos, pero poco a poco se ha ido posicionado como una de las expresiones de arte contemporáneo más destacadas a nivel mundial. El término proviene del italiano “grafficar” que significa dibujos, marcas, patrones, garabatos o mensajes que son pintados, escritos o tallados en una pared o superficie. 

En la actualidad, el graffiti es considerado como un método de expresión artística sobre diferentes temas políticos, culturales y sociales, contribuyendo no solamente a darle vistosidad a una ciudad, sino también a darle voz a la población. 

Reviviendo ciudades

El graffiti ha ido evolucionando hasta dar forma a lo que se conoce como “street art”; ya no se trata de pintar letras en las paredes solamente, sino también crear arte visual. Muchos gobiernos se han dado cuenta del potencial que esta práctica tiene para las ciudades, por lo que se han desarrollado infinidades de proyectos para revitalizar las urbes y darle un toque más pintoresco y cultural.

Ayko Pruneda, en la revista Forbes México, comenta que “disfrutar de espacios abiertos y apreciar el arte urbano ha ayudado en muchos casos a personas de todo el mundo a generar un cambio positivo, convirtiendo a estos espacios en una sede de efervescencia creativa y de interacción humana”. 

Pruneda detalla que uno de los objetivos principales de este tipo de arte urbano es brindar un valor a la edificación donde es plasmado, ya que esta “tendrá la garantía de que va a atraer la atención de la gente que pase por esa vialidad”. 

Mariana Villavicencio Fernández, arquitecta mexicana, escribió en el sitio web Obras, que “hay trabajos que realmente enriquecen el diseño arquitectónico y/o urbano: en muros ciegos de edificios, bajo puentes o en las cortinas de los locales y boutiques, entre otros”. Además, mencionó que “parte importante del arte urbano es que muchos de los puntos que se ceden dentro de la ciudad son estratégicos para recuperar espacio público en estado de abandono, por lo que se concibe como un medio de expresión con fines prácticos”.

La arquitecta también hizo énfasis en que, mientras el arquitecto o urbanista ve esta forma de arte como una herramienta visual, el artista reconoce el valor estético de la obra. “Es un ganar-ganar para ambas partes. El diseño de la construcción se resalta, mejora o rescata y los grafiteros a su vez ayudan a la conservación de las manifestaciones artísticas como elementos patrimoniales”, aseguró Mariana.

Un canvas urbano en Panamá

Panamá también se ha dado cuenta del potencial que este arte tiene para la sociedad y cómo ayuda a revitalizar áreas de la urbe. Este año se llevó a cabo el proyecto “Canvas Urbano” que consistió en pintar murales a gran escala para activar diversos puntos de la ciudad por medio del “street art”. 

Evelyn de Ycaza “EvaDe”, creadora de “Canvas Urbano”, dijo en una entrevista a Revista Mujer que con esto se buscaba crear un proceso completo que incluya educación interdisciplinaria a través del arte y la lectura. Los murales fueron el resultado de la ilustración de diferentes cuentos panameños que los niños de Curundú escogieron por votación; la creación de las obras estuvieron a cargo de artistas panameños para resaltar y dar a conocer el talento local. 

Las intervenciones se llevaron a cabo en los edificios y galeras de la avenida Frangipani. EvaDe comentó que esta área no solo fue escogida por el gran tráfico diario, sino por su valor histórico al ser la única vía que conectaba la Antigua Zona militar del Canal de Panamá con el resto de la ciudad. Además, se seleccionó por estar cerca de Curundú, área considerada de alto riesgo, donde se buscaba sensibilizar a la población —principalmente la más joven— con el arte.

El grafiti es un movimiento que ha dejado de ser asociado solamente con actos de vandalismo a pasar a ser una forma de expresión artística que busca revitalizar las urbes y dar un toque más pintoresco a los edificios. Poco a poco, se ido convirtiendo en una forma de arte contemporáneo que, además de embellecer, toca problemáticas sociales del siglo XXI para que puedan ser vistas y analizadas por la población.