Dos ramas que juegan entre sí para crear una síntesis que satisface los gustos más exigentes de los clientes y residentes.

El arte ha influenciado diversas profesiones y expresiones a lo largo de la historia, y una de las que más debate ha generado es la arquitectura. ¿Es arte? ¿En qué punto pueden converger ambas? Existen diversas opiniones respecto a esto, pero siempre se llega a la conclusión que estas disciplinas son una forma de cumplir necesidades de la sociedad y de expresarse. 

Xocoyotzin Vázquez afirmó en el blog Metascopios que la arquitectura es arte, y para serlo, ella necesita reglas, conlleva técnicas y debe cumplir con ciertos requisitos. “La buena arquitectura es arte; una composición espacial que cubre las necesidades emocionales, físicas, estéticas y de supervivencia del ser humano es forzosamente artística y cumple con los requisitos para ser una pieza de arte”, señaló.  Además, el autor agregó que “se necesita de talento y sensibilidad para crear de tal manera que se cumpla con lo necesario para habitar y al mismo tiempo enriquecer la calidad de vida desde las diferentes dimensiones”.

Aún así, la incorporación del arte dentro de cualquier espacio o edificación requiere de creatividad y visión, así lo señaló el arquitecto Jan Dijkema de Chapman Taylor, quien aseguró que de no poseer estas dos características, cualquier intento de arte podría llegar a verse como un pensamiento secundaria que llevará a una distracción. 

“Los arquitectos y los artistas deben tener la experiencia y la creatividad para saber precisamente cómo y dónde mezclar el arte con la arquitectura de una manera que se convierta en una síntesis de ambos mucho más que una suma de sus partes”, mencionó Dijkema. El arquitecto también agregó que es importante siempre tomar en consideración el contexto, ya sea en términos de espacios individuales, la locación geográfica, cultural o lo que se desee expresar por parte del cliente. “Es importante resaltar en vez de distraer de los alrededores”. 

Beneficios de vivir rodeado de arte

Vivir en un proyecto donde el arte sea el pilar del diseño conceptual brinda a sus residentes un sentimiento de satisfacción y diferenciación de los demás ciudadanos. Pero más allá del aspecto visual, de pertenencia y exclusividad que puede llegar a generar la combinación de la arquitectura y el arte en una edificación, existen ciertas ventajas psicológicas.

• Ayuda a potenciar la imaginación de la persona en su totalidad desde el momento que ponen pie en el proyecto
• Despierta la sensibilidad de las personas, ya que según el blog Cultura Colectiva, el arte convierte a las personas en observadoras y a apreciar más los detalles. Además, mencionó la relación directa que esto tiene con la inteligencia emocional, brindando así un equilibrio en las emociones. 
• Cultura Colectiva considera que es un buen tratamiento contra la ansiedad, especialmente en el ritmo acelerado de vida que se tiene hoy en día. “Son muchas las ventajas psicológicas de dedicarle unos minutos al día al arte, ya que no sólo contrarresta la ansiedad sino que contribuye a nuestro bienestar al disminuir  la depresión”.
  

El arte urbano contribuye con la ciudad

El graffiti, “street art” y muralismo son formas de arte urbano que van ligadas y se han ido desarrollando a través de los años. Aunque antes eran consideradas en su totalidad como vandalismo, este concepto ha ido evolucionando a través de los años para dar pasos a canvas urbanos en diversas zonas de diferentes ciudades a nivel mundial. 

Según Arboleda México, cuando este arte se practica sobre edificios olvidados, los revive y embellece. Tiene el mismo efecto en construcciones o grandes zonas de concreto, provocando que las personas observen con mayor detenimiento lugares que antes pasaban desapercibidos.

Tanto los gobiernos como diferentes asociaciones sociales han apostado por inyectar presupuesto en programas que buscan revitalizar áreas olvidadas y zonas rojas, o alguna parte de la ciudad en específica, para así contribuir a la sociedad y aumentar la plusvalía del lugar. Con esto, se le brinda al barrio un toque característico, diferenciador y que de seguro hará sentir a sus residentes que viven en una área exclusiva con aires de creatividad. 

Ya sea que se viva en un edificio donde el núcleo del diseño esté el arte como factor diferenciador, o en un barrio donde el área donde el arte urbano esté ganando terreno, vivir rodeado de él brinda al residente beneficios psicológicos, así como un sentimiento de pertenencia y orgullo, no solo por su casa como tal, sino por la zona.