23 Mar Comprar una propiedad por segunda vez
Si lo que buscas es aumentar tus ingresos y generar otra fuente de capital, invertir en una segunda propiedad es la mejor decisión que puedes tomar.
Ya sea que cuentes con casa o apartamento propio, adquirir otra vivienda te ofrecerá valores añadidos e importantes ingresos adicionales, tanto a corto como a largo plazo, como lo son, contar con el respaldo de una segunda opción para vivir o vender ante un imprevisto o necesidad.
La oferta de préstamos hipotecarios en el mercado financiero es amplia y están diseñados para las diferentes necesidades de posibles clientes, en este caso los que tienen el deseo de hacer una segunda inversión.
Asegurar la financiación antes de decidir la compra es un paso inteligente.
Es recomendable tener el crédito hipotecario pre aprobado para la tranquilidad financiera y mental y además, permitirá saber hasta qué precio se podría invertir en un bien.
Después de haber arreglado todo el presupuesto, lo más recomendable es ahorrar dinero para la cuota inicial.
Lo que es importante es tener claro cuales serían los objetivos de tomar este gran paso y cumplir las expectativas planteadas.
Aquí planteamos tres de ellos.
Planes a corto y largo plazo
Debemos fijar las metas o los planes que tenemos para esta segunda casa.
Al adquirir una nueva propiedad contamos con el respaldo de un bien inmueble y la seguridad que tendremos ese capital a disposición siempre pero los propósitos personales entran en juego ya que si deseamos usar ese bien para una fecha específica, como por ejemplo, el momento en que un hijo decide mudarse solo, no podemos tener un compromiso previo y bajo contrato como tener arrendada la propiedad ya que es una obligación convenida entre las partes, misma que debe ser cumplida según lo acordado.
Por consiguiente, tampoco planes de venta porque evidentemente en un futuro se va a utilizar.
¿Vender o alquilar?
Una segunda inversión debería tener un objetivo y muchos dueños de inmuebles se encuentran con el dilema si les resulta más rentable alquilar o vender la propiedad.
Alquilar un inmueble muchas veces es conveniente, tanto para el inquilino como para el propietario, porque es un negocio a corto plazo que trae beneficios inmediatos e invertir en una vivienda para alquilarla es una de las formas más tradicionales de darle rentabilidad a tus ahorros y a la vez, es una inyección de dinero mensual sin necesidad de producir o trabajar para obtenerla.
Además, por mejores condiciones y calidad que tengan los apartamentos, los mismos se deterioran si no son utilizados por lo que otra ventaja de tener la propiedad arrendada es que siempre se encuentra habitada.
Las viviendas abandonadas atraen polvo, insectos y otros elementos que aceleran notablemente su deterioro, y aunque hayan sido construidas con productos de elevada calidad y con los más modernos estándares de ingeniería y arquitectura, la aceleración de la inutilización es inmediatamente notoria.
Por último, el hecho de que la propiedad esté sin uso no exonera a su propietario de la obligación de pagar impuestos anuales de terreno, de inmueble y del pago de mantenimiento del edificio.
Por otro lado, y dependiendo de lo que se haya pagado por el inmueble que se está vendiendo, la compraventa puede generar un beneficio económico inmediato, sobre todo si la compra fue realizada en planos, ya que las obras en gris se venden por precios más bajos que cuando ya está finalizada la misma.
Además, Una vez hecha la venta, ya no hay responsabilidad sobre la vivienda.
¿Amoblar o no?
Se trata de otra inversión y de un gasto adicional que deberás realizar, sin embargo, las propiedades amobladas incrementan su valor porque estás agregando bienes muebles, baños, equipos de cocina y lavandería por lo que ya sea que decidas vender o alquilar, en ambas opciones tendrás mayor ganancia porque incrementas el precio de arrendamiento o de venta.
Siempre va a depender del inquilino o el comprador.
Hay personas que prefieren que la propiedad venga lista para ocupar mientras que otros se inclinan más por su propio gusto, sobre todo en electrodomésticos y decoración.
Lo positivo es que, en caso que sea la segunda, se podrá vender todo e igual recuperar la inversión.
Una persona ordenada financieramente, con capacidad crediticia y de ahorro mensual responsable puede acceder a la compra de viviendas para inversión.
Lo importante es mantener un buen criterio como negociante y asumir el rol de inversor de una manera juiciosa y sensata.